Un equipo de investigadores de la universidad de Binghamton, ha llevado a cabo un experimento para comprobar si se pueden crear sistemas de seguridad utilizando ondas cerebrales.

Eso es posible mediante un brainprint,  una imagen cerebral que genera una persona. Esta imagen es leída por un escáner como si fuera una huella dactilar.

Un sistema de seguridad que use la biometría cerebral, es interesante ya que al contrario que una huella dactilar, una imagen cerebral (brain print) no puede ser robada, y en el improbable caso de que fuera robada, al contrario que una huella dactilar, se anular y ser reemplazada.

Sus desarrolladores, no creen que este tipo de sistema se vaya a producir en masa para aplicaciones menores como bloquear un teléfono móvil, pero si que puede utilizarse para una caja de seguridad o para el acceso a instalaciones que requieran un cierto nivel de seguridad como bancos, laboratorios.